Poco a poco cada asiento era ocupado. En los pasillos de la inmensa Sala 1 de la COP20 cientos de personas iban y venían, sea para buscar un sitio, para coordinar, para saludar a colegas. Políticos, funcionarios, delegados, analistas, observadores y periodistas llenábamos el lugar para presenciar la inauguración del 'segmento de alto nivel', con la presencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el ministro de Ambiente y presidente de la COP20, Manuel Pulgar Vidal; la secretaria ejecutiva de la UNFCCC, Christiana Figueres; los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Nauru, Baron Divavesi Waqa; el primer ministro de Tuvalu, Enele Sopoagal; el presidente de la 69 Asamblea General de la ONU, Sam Kutesa; y Mohamed Gharib, primer ministro de Tanzania. La presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, también estuvo en la mesa.
El frío inicial producto del aire acondicionado empieza a desaparecer ante la muchedumbre. Miles de personas repletan este ambiente como el primer día de la COP. Todo va quedando listo, lo murmullos desaparecen y el alto funcionario de la ONU ingresa seguido de Pulgar Vidal y Figueres. Morales se sienta a la derecha de la costarricense. Cada quien tiene a sus asesores en sillas posteriores. Otros asesores siguen alcanzando carpetas, corren de izquierda a derecha y viceversa. BanKi Moon se levanta y camina al extremo izquierdo de la mesa para saludar a la jefa de la PCM. Pulgar Vidal da una última mirada a sus papeles. Los camarógrafos desfilan ante ellos. Ya pasaron casi 10 minutos desde que se sentaron. Se retiran los colegas y el ministro del Ambiente y presidente de la COP hace el saludo en inglés. Christiana se levanta y hace coordinaciones con asesores que están detrás del ministro. Y nuevamente el presidente de la COP saluda, en inglés.
“Bienvenidos a la acción”, dijo Pulgar Vidal al empezar su presentación, en la cual reiteró que en lo que va de la COP20 se vive un espíritu positivo, que él llama 'espíritu de Lima'. “Es una semana crucial en nuestra empresa común contra el cambio climático. El Perú es conocido por sus antiguos misterios, una tierra de muchos sueños, y pido a los negociadores que en Lima se cumplan todos los sueños”, señaló.
Luego presentó a cada uno de los ponentes. A continuación, lo más importante de cada uno.
- Es urgente el cambio
Figueres afirmó que ha llegado el momento de transformar el mundo con decisiones ambiciosas, que permitan hacer frente al cambio climático y al calentamiento global. Y al igual que en su discurso del primer día de la COP20, recordó nuevamente a las culturas prehispánicas peruanas. Esta vez hizo referencia al antiguo calendario incaico. Indicó que las negociaciones de estos días deben salvaguardar los recursos de la Tierra en lugar de agotarlos, tal como lo hacían los antiguos peruanos de la cultura Inca, en la temporada de la plantación, según su calendario. “Así como existía ese calendario Inca, la humanidad tiene hoy otros calendarios, como el de la ciencia, que nos indica que la lucha contra el cambio climático y la toma de decisiones no pueden darse el lujo de tomarse mucho tiempo”.
A su entender, en los tiempos actuales se debe permitir sembrar las semillas de una nueva estructura mundial para un crecimiento de calidad, que evidencie la colaboración frente a este problema común “tendiendo puentes donde antes había brechas”
Habló del calendario financiero, que permite encontrar soluciones contra este problema mundial, así como el calendario político, según el cual se puede confiar en que es posible tomar decisiones ambiciosas sobre el particular.
“La COP20 comenzó y sigue trabajando con gran espíritu. Nunca hemos una oportunidad como ésta. Nunca se había sentido con tanta urgencia la necesidad del cambio”, resaltó.
- Necesitamos un progreso tangible
“Transmito un mensaje de esperanza y urgencia. Sabemos que si abordamos el cambio climático podemos contribuir a una sociedad más resiliente próspera y más saludable. Todavía hay una oportunidad de establecernos en el tope de menos de 2ºC, pero la ventana de oportunidad se estrecha rápidamente”, señaló Ban Ki-moon.
Recordó que en la Cumbre del Clima de setiembre pidió que se trabajara con urgencia. “Todos los países deben ser parte de la solución. Toda la sociedad debe estar en acción”, subrayó.
Indicó que el reciente anuncio de EEUU y China, de la Unión Europea y Alemania proporcionan la base para los niveles cada vez más altos de llegar a un acuerdo en torno a enfrentar el cambio climático.
“A pesar de estas medidas positivas, me preocupa profundamente que nuestra acción colectiva no coincide con nuestras responsabilidades comunes”, anotó.
Cinco solicitudes a todas las Partes:
“En primer lugar, debemos entregar aquí en Lima un proyecto de texto equilibrado y bien estructurado y coherente para el Acuerdo del 2015 que proporcione una base clara y sólida para las negociaciones. También hay que llegar a un entendimiento común sobre el alcance y la situación de las futuras contribuciones nacionales. Animo a todas las Partes, en particular, a todas las grandes economías y los países desarrollados, para que presenten sus contribuciones en el primer trimestre del 2015.
En segundo lugar, necesitamos un progreso tangible en la consolidación del régimen de financiación para el clima. Hago un llamado a los países que aún no han contribuido al Fondo Verde para el Clima a considerar la posibilidad de un ambicioso compromiso financiero en Lima. También hay que definir claramente un camino hacia el logro de la meta de los US$100 mil millones por año en el 2020 en apoyo de los países en desarrollo. La financiación privada también es de vital importancia. Debemos tener en cuenta los US$200 mil millones comprometidos por el sector financiero privado en la Cumbre del Clima de Nueva York.
En tercer lugar, debemos priorizar la prestación de apoyo para la adaptación y resiliencia en favor de los más vulnerables, especialmente los países menos adelantados y los pequeños estados insulares en desarrollo. Debemos cumplir con equilibrar el apoyo a la adaptación y a la mitigación. El trabajo sobre la pérdida y el daño debe ser acelerado y nos debe llevar a los planes nacionales de adaptación de los países en desarrollo a la vida al acordar la forma en que deben ser financiados e implementados.
En cuarto lugar, insto a tomar la decisión de estimular y facilitar la cooperación en una gama más amplia de las acciones de todos los actores, incluido el sector privado, la sociedad civil, las ciudades y otros actores subnacionales. Se debe conseguir un clima bajo en carbono y sociedades resilientes y prósperas. Se necesita un liderazgo gubernamental para crear los marcos que pueden impulsar la acción y promover nuestras metas de desarrollo.
En quinto lugar, pido a los países que aún no lo hayan hecho a que ratifiquen rápidamente la Enmienda de Doha para el Protocolo de Kyoto, que estableció su segundo período de compromiso. La semana pasada, lancé mi informe de síntesis sobre la agenda de desarrollo post-2015. En ella, destaqué el vínculo fundamental entre las prioridades del clima y de desarrollo. Combatir el cambio climático es una parte esencial de la base del desarrollo sostenible. No podemos tratarlo como un tema aparte, o corremos el riesgo de perder todos los beneficios del desarrollo duramente ganadas de las últimas décadas. Las inversiones en el tratamiento del cambio climático van a impulsar las ganancias en los objetivos de desarrollo más amplios. Las inversiones en desarrollo deben estar alineadas con nuestros objetivos climáticos. Así como las cuestiones climáticas no están separadas de las cuestiones de desarrollo, el financiamiento climático no puede ser tratado por separado de la financiación del desarrollo. Son, literalmente, dos caras de una moneda”.
El alto funcionario de la ONU se despidió haciendo un llamado a cada gobierno para lograr e invertir en un nuevo acuerdo climático. “Yo estoy comprometido, y comprometo el sistema de las Naciones Unidas, para facilitar esto”, subrayó.
- Ama Sua, Ama lulla, Ama Kella
El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que hay países que están siguiendo el patrón capitalista, codicioso, depredador y concentrador de riquezas en una sola mano, que genera pobreza y degradación. “No hay que seguir esos patrones de consumo y gasto. No nos robemos el espacio atmosférico”, destacó.
El mandatario llamó a los pueblos a tomar el control de sus gobiernos para defender la Tierra, la vida, y la sociedad laboriosa de aquellos que no entran en “el mercantilismo de los países del Norte”. En su opinión, la COP20 debe adoptar los principios de los pueblos originarios de los Andes: Ama Sua (No seas ladrón), Ama Llulla (No seas mentiroso) y Ama Kella (No seas flojo).
“No seamos mentirosos. No podemos continuar negociando sobre cambio climático y luego mentir el uno al otro. Pero en realidad no quieren hacer nada. No se hace lo que se dice. No son éticos esos acuerdos que luego no se cumplen. Son mentirosos los acuerdos que solo piensan en los negocios y no promueven la vida”, dijo Morales, cuyo discurso fue el más extenso de todos (ver nota "El verdadero origen del cambio climático es el capitalismo depredador")
- Momento del no retorno
En opinión de Kutesa, el cambio climático es uno de los retos más importantes de nuestra generación, que debe ser enfrentado con urgencia. “No tenemos el lujo de cruzarnos de brazos ni disponer de tiempo. Nuestro clima llegó al momento del no retorno, el cambio climático puede modificar la existencia del ser humano”, enfatizó.
Recordó que quienes son los encargados de las negociaciones no pueden dejar de lado el reciente quinto informe elaborado por el IPCC, que muestra muchos de los cambios climáticos que no tienen precedentes.
Señaló que no podemos continuar así, pues el impacto del cambio climático afecta a todo el mundo, “amenaza la seguridad alimentaria socavando los progresos para erradicar la pobreza y tener un desarrollo sostenible”.
Las buenas noticias –dijo– son el ligero resplandor de esperanza en que podemos tomar medidas. “Si hacemos mitigación, podemos reducir emisiones de gases de efecto invernadero; también podemos optar por líneas de resiliencia temática. Para hacerlo, necesitamos una voluntad política y colectiva, para ir hacia un modelo bajo de carbonos, basado en la equidad y de acuerdo con responsabilidades comunes pero diferenciadas”, detalló.