La Marcha Global de los Pueblos en defensa de la Madre Tierra organizada por la Cumbre de los Pueblos se desarrolló ayer en Lima y se caracterizó por las encendidas proclamas políticas en el mitín que cerró la actividad. Fue una marcha numerosa pero bastante modesta en comparación con el casi medio millón de manifestantes que participaron en la marcha por el clima de Nueva York en setiembre pasado. En Lima se habló más de derrocar el sistema (entiéndase el modelo económico capitalista), que de acciones concretas para combatir el cambio climático. 

Hacia el mediodía, los miles de manifestantes que habían recorrido desde el Campo de Marte, la avenida Brasil, el Paseo Colón y la avenida Abancay recalaron, finalmente, en la Plaza San Martín. El recinto, entonces, se llenó con variopintas banderolas y pancartas con lemas como: “Agro sí, mina no”, “No a la corrupción”, “Abajo el capitalismo”, “Con Conga (y la imagen de una calavera que representa la muerte)”, “Por un nuevo orden mundial”, “Represas, despojo”, “Conga no va”, “Por la tierra, cambiemos el sistema por el socialismo”. También hubieron ceremonias de culto a "la madre tierra", hombres en zancos y disfrazados representando a la muerte, parodias de reinas de belleza, bailes y cánticos, una mezcla abigarrada que dejaba constancia de la diversidad de organizaciones que participan de la cumbre. 

Antes del mitín central se realizó un improvisado mitín que captó la atención de pocos marchantes, a cargo de los pueblos indígenas. El orador principal fue Benito Calixto, subcoordinador de la de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), quien enfiló sus venablos contra las empresas extractivas, y no faltaron los discursos de líderes asháninkas y machiguengas que exigían que "se les deje vivir como sus ancestros". 

El mitín central tampoco logró captar la atención de todos los participantes, en su mayoría organizaciones sociales nacionales, y de países vecinos como Bolivia y Ecuador. Más de una decena de participantes tomaron la palabra, entre estos el vicepresidente regional electo de Cajamarca, Porfirio Medina (acusó a las transnacionales de haber secuestrado el Estado), el líder celendino Miltón Sánchez (discurso contra la empresas extractivas y el capitalismo y el ya clásico "Conga no va"), los legisladores Veronika Mendoza y Jorge Rimarachín (que emocionado dijo: "así como estamos juntos ahora, lo estaremos el 2016, la victoria del pueblo peruano está asegurada"), Antolín Huáscar, vocero de la Cumbre de los Pueblos (exigió cambiar el sistema capitalista para salvar a la "Madre Tierra"), entre otros dirigentes como Lourdes Huanca, de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas (coreó: "la tierra está que quema cambiemos el sistema") y representantes de la federación estudiantil. Fue un mitín que, pese a las invocaciones a prestar atención, no detuvo ni las representaciones, ni los bailes; si hubo alguna armonía, al menos en los discursos, fue en el leitmotiv "cambiar el sistema".

DECLARACIÓN DE LA CUMBRE

Y es bajo esta premisa, lema de la Cumbre: “Cambiar el sistema no el clima”, que se ha construido la Declaración de Lima que se entregará este jueves al mediodía al presidente de la COP20, el ministro del Ambiente, Javier Pulgar Vidal en el Pentagonito.

Enrique Fernández-Maldonado, miembro del grupo Perú COP20 explica que presentarán una declaración general de carácter político con una "critica estructural al sistema y no solo destinada a corregir algunos aspectos, sino a cambiarlo". "Nosotros desde la cumbre estamos planteando un cambio del modelo económico y cultural actual que es la base del calentamiento global"

"Vamos a plantear que los gobiernos dirijan más recursos a garantizar la soberanía alimentaria, más atención a las poblaciones afectadas. Una evaluación y revisión de las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático. La declaración hará referencia al tema del agua y que no se puede privatizar. Si bien es bastante general porque ponerse de acuerdo en una diversidad de organizaciones que confluyen en la cumbre de los pueblos (indígenas, grupos religiosos, organizaciones sociales) es complicado, el punto aglutinador es el cuestionamiento del modelo".

Rocío Valdeavellano, coordinadora del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCCIC), señala que es la lógica capitalista de acumulación y consumo desmedido la que ha provocado el cambio climático. "No se trata de un modelo socialista porque no hay países socialistas que tengan una economía verde que resaltar, sin embargo si consideramos que sin un cambio del modelo esfuerzos como el de mitigar y adaptarnos al cambio climático serán insuficientes", enfatiza.