Todo indica que el contenido del nuevo acuerdo multilateral estará definido por las contribuciones nacionales. Es una forma de conciliar y evitar el fracaso de las negociaciones. El año pasado, en Varsovia, los países acordaron establecer las INDC (Intended Nationally Determined Contribution), que incluyen las contribuciones que se comprometen lograr los países a partir del 2020. Se quedó que en Lima se definiría el contenido, los temas, la medición y otros detalles de compromisos, por ello esto constituiría uno de los principales logros de esta COP.
"En las negociaciones se ha avanzado en la construcción de un borrador de las INDC que fue publicado recién el lunes. Pero existen muchas divergencias, prueba de ello es que el borrador contiene seis opciones diferentes de contenido de las INDC", dice César Gamboa, director de Derecho, Ambiente y Recursos naturales (DAR).
Una de las divergencias –dice– es si se debe establecer o no contribuciones diferenciadas para países desarrollados (Anexo I de la Convención) y para los países en desarrollo. Otra de las diferencias está en el tipo información a incluirse en las contribuciones; algunos proponen que las metas sean cuantificables y se propongan medidas de reducción de emisiones en toda la economía con proyecciones hacia el 2030; otros al establecimiento de planes de adaptación detallando costos.
Sin embargo, no todos coinciden en este último tema, pues hay opciones que consideran únicamente a la mitigación y no a la adaptación (principalmente de Estados Unidos y Reino Unido). También existen divergencias en cómo se deben establecer los reportes de verificación y seguimiento de los avances de la implementación de las INDC. Todavía estos temas están en discusión y se espera que en las próximas horas se llegue a acuerdos en estas divergencias.